El transporte multimodal se ha consolidado como una estrategia clave para mejorar la eficiencia logística y reducir el impacto ambiental en las operaciones de transporte. Este modelo combina distintos medios de transporte —como carretera, ferrocarril, marítimo y aéreo— bajo un mismo documento de transporte, optimizando tiempos, costes y sostenibilidad.
En España, el transporte multimodal ofrece un gran potencial, especialmente por su posición geográfica estratégica como puente entre Europa, África y América. El uso de plataformas logísticas intermodales, como los puertos conectados con ferrocarril, permite una gestión más fluida y coordinada de mercancías, especialmente en sectores de alto volumen como la automoción o la alimentación.
Entre las principales ventajas del transporte multimodal destacan:
- Reducción de costes logísticos, gracias al aprovechamiento de medios más económicos como el ferrocarril o el marítimo.
- Menor huella de carbono, al reducir la dependencia del transporte por carretera.
- Mayor seguridad y trazabilidad, al centralizar la operación bajo un solo operador logístico.
- Agilidad en las entregas internacionales, especialmente para rutas transfronterizas.