El almacenaje de productos de gran longitud supone uno de los retos más complejos dentro de la logística industrial. Tubos, perfiles metálicos, vigas, tableros o listones requieren sistemas diseñados específicamente para ofrecer estabilidad, accesibilidad y seguridad. En este contexto, las estanterías cantilever para cargas largas son la solución más eficiente y profesional.
¿Por qué elegir cantilever para cargas largas?
El diseño sin elementos frontales, con brazos en voladizo apoyados sobre columnas verticales, permite almacenar y manipular materiales de gran longitud con facilidad. El acceso frontal despejado facilita el trabajo con carretillas elevadoras, grúas o carga manual, según el tipo de instalación.
Además, estas estanterías pueden configurarse para interior o exterior, en versiones simples, dobles, móviles o incluso con techado.
Ventajas específicas para cargas largas
- Acceso rápido y directo a todo el material, sin interferencias estructurales.
- Modularidad y personalización: se adaptan a la longitud y peso de cada producto.
- Reducción del riesgo de daños por manipulación forzada o almacenamiento inadecuado.
- Optimización del espacio horizontal y vertical en zonas de carga y descarga.
Aplicaciones habituales
- Centros de distribución de materiales de construcción.
- Industrias metalúrgicas, carpintería, ferreterías industriales.
- Almacenes logísticos que gestionan perfiles, tuberías, barras o elementos estructurales.
- Operaciones con productos no paletizables o de formatos irregulares.
Consideraciones clave al diseñar un sistema para cargas largas
- Longitud, peso y flexibilidad de los productos: definen el tipo de brazos, separación entre columnas y nivel de carga por módulo.
- Condiciones de manipulación: si se utiliza grúa, carretilla lateral, frontal o manual.
- Espacio disponible: tanto en planta como en altura.
- Condiciones ambientales: si es necesario galvanizado, cubiertas o protección exterior.
Las cargas largas necesitan estructuras estables, accesibles y personalizadas. Un sistema cantilever bien diseñado no solo mejora la organización del almacén, sino que también reduce riesgos, optimiza el flujo de trabajo y mejora la productividad operativa.