El transporte eléctrico en logística urbana está ganando terreno en las operaciones de última milla. Gracias a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y al impulso institucional, muchas empresas logísticas están apostando por flotas sostenibles.
1. Introducción al transporte eléctrico en ciudades
El transporte eléctrico se ha convertido en una opción atractiva para la logística urbana, gracias a su bajo impacto ambiental y al cumplimiento de las normativas emergentes. Con el auge de las Zonas de Bajas Emisiones (ver más), muchas empresas están comenzando a integrar furgonetas eléctricas en sus flotas.

2. Beneficios ambientales y operativos
Los vehículos eléctricos permiten reducir las emisiones de CO₂, disminuir el ruido urbano y mejorar la calidad del aire. Además, a largo plazo, pueden suponer un ahorro económico gracias al menor coste energético y de mantenimiento. También permiten a las empresas logísticas cumplir con las exigencias regulatorias y fortalecer su imagen corporativa vinculada a la sostenibilidad.
3. Limitaciones actuales y barreras

A pesar de sus ventajas, los retos son importantes: autonomía limitada, infraestructura de carga insuficiente y costes iniciales elevados. Estas barreras dificultan una adopción masiva por parte de las empresas, especialmente en sectores con necesidades logísticas intensivas.
También es necesario un mayor compromiso público y privado para ampliar la red de carga, simplificar los trámites de subvención y adaptar las normativas a esta nueva realidad.
4. Casos de éxito en ciudades españolas
Ciudades como Barcelona, Madrid y Valencia ya han implementado pilotos exitosos de reparto eléctrico. Empresas de logística de última milla reportan mejoras en imagen de marca y aceptación social.
Además, han experimentado beneficios operativos como la reducción de tiempos de acceso en zonas restringidas, mayor flexibilidad de reparto en horarios ampliados y menores costes por mantenimiento. Estas experiencias están sirviendo como referencia para otras ciudades en transición hacia modelos logísticos sostenibles.
5. Conclusiones y perspectivas a corto plazo
A medida que la tecnología mejore y los incentivos aumenten, el transporte eléctrico se volverá una opción cada vez más viable para la logística urbana. Adaptarse a esta realidad puede marcar la diferencia en la competitividad. La colaboración entre instituciones, operadores logísticos y fabricantes será clave para acelerar la transición hacia un modelo de distribución más limpio y eficiente.